martes, 22 de mayo de 2012
Primer lanzamiento 2012 de Criatura editora
lunes, 21 de mayo de 2012
Un hilo de oro puro. Relatos escogidos / Pablo Ramos
Las relaciones entre los personajes de estos cuentos se estrechan y se dilatan, pero los protagonistas son al final hombres solos. Solos incluso del mundo, que los desconoce. Sin embargo, mujeres de todo tipo rondan estas historias con sus presencias gravitantes: son heroínas de pelo verde o ángeles de ciudad o brujas alcohólicas o sombras demasiado densas y viscosas. La revelación sucede en el cuento que da nombre al libro, en el que el personaje está solo en una clínica de rehabilitación y entiende que no hay hilo de oro que una a los hombres y que no hay manera de salir si no es, también, solo. Vínculos rotos, traiciones, silencios: siempre hay una clave para entrar a estos cuentos desnudos, en los que la esperanza está en fuga permanente.
Por el sumidero arrasador de drogas, excesos de alcohol, abusos, miserias y soledades en el que se abisman estas historias, la escritura sale limpia y se impone. La intensidad del pulso de Ramos no zozobra en ningún momento de esta cuidada selección de sus mejores cuentos que fluyen hasta lo más profundo, allí donde el sublime relato final invita a nadar.
EL AUTOR
Pablo Ramos (Buenos Aires, 1966)
Narrador, poeta y músico. Publicó el libro de poemas Lo pasado pisado (1997), la novela El origen de la tristeza (2004) y el libro de cuentos Cuando lo peor haya pasado (2003), premiado por el Fondo Nacional de Artes en Argentina y en Casa de las Américas de Cuba.
Con las novelas La ley de la ferocidad (2007) y En cinco minutos levántate María (2010), escrita con una beca de la institución DAAD en Berlín, completó la trilogía novelística iniciada con El origen de la tristeza. En 2009 publicó la novela juvenil El sueño de los murciélagos, seleccionada en la lista White Ravens 2010 para la Jugendbibliothek de Múnich.
Ratas / Lalo Barrubia
Provista de la melancólica guitarra Gibson roja que brilla en el cuento “El novio”, Lalo Barrubia puntea sus historias mínimas con la tristeza calmada de quien sabe que con cada nota nos irá acercando a aquellos seres que han desaparecido, que se quemaron. Aguafuertes viscerales en los que la violencia, el abandono y la decadencia encuentran siempre su expresión, ya sea por la soledad de unos niños en la costa, por la impasibilidad de los parroquianos del mundo rural de “Ratas de campo”, en la enfermedad que frustra el plan de quedarse en Valizas mucho más de lo acostumbrado o en la inesperada vacilación de un traficante en Malmö. Pero no todo está infectado: en “El angelito” hay una muchacha de pelo rojo que se mantiene inmaculada, aun entre las ratas.
Una docena de tonadas sencillas que modulan la emoción y la angustia con que los personajes se enfrentan a un mundo que invariablemente termina por desmoronar sus escasas certezas. La de Ratas es una atmósfera perturbadora pero a la vez bella y magnética en su oscura cercanía.
LA AUTORA
Lalo Barrubia (Montevideo en 1967).
Es escritora y performer. Ha publicado varios libros de poesía y las novelas Arena (2004) y Pegame que me gusta (2009) y lleva el blog poesiadevecinas.blogspot.com. Ha participado en festivales en diferentes partes del mundo y su obra ha sido traducida a varios idiomas. Es licenciada en trabajo social y trabaja en programas culturales para niños y jóvenes en la ciudad de Malmö, donde reside desde 2001.
Ratas es su primer libro de cuentos.
Fábulas, parábolas y paradojas / Leo Maslíah. Ilustraciones de Pedro Strukelj
El cangrejo visitó muchos países (Ucrania, Zimbabue, etc.). Luego visitó parientes: hermanos, tías, primos, abuelos... Luego visitó museos. Luego visitó también pacientes: pacientes comatosos, pacientes achacosos... Luego escribió un libro contando todo lo que había visitado y lo tituló “Libro de visitas”. Pero todos los que veían el libro, en vez de leerlo, creían que era un libro en el que debían dejar constancia de su paso por el lugar, y le escribían encima. Algunos, molestos por no encontrar en el libro espacios en blanco donde firmar, esparcían primero una capa de líquido corrector blanco sobre una página, y esperaban a que se secara, para luego poner ahí su firma, precedida de una extensa dedicatoria. Como por ejemplo, “a mi querido cangrejo a quien tuve el gran honor y la satisfacción de visitar porque siempre es muy enriquecedor el intercambio con otras especies ya que su conocimiento nos ayuda a preservar mejor el medio ambiente y a multiplicar nuestros recursos naturales. ¡Aguante, Cangre!”
LOS AUTORES
Leo Maslíah
Estudió música en Montevideo, ciudad en la que nació, y a partir de 1978 desarrolla una intensa actividad como autor e intérprete de música popular, habiéndose presentado en muchos países de América y Europa. También es compositor e intérprete de música del género llamado “culto”. Editó más de 40 trabajos discográficos (conteniendo canciones o música instrumental). Publicó también cerca de 40 libros, entre los que se cuentan novelas, recopilaciones de cuentos y obras de teatro.
Pedro Strukelj
Ilustrador, arquitecto y gestor cultural mexicano nacido en Lanús Oeste (Buenos Aires) y radicado en Barcelona. Participa de proyectos culturales en ámbitos tan diversos como la música tradicional, la edición de libros infantiles, la arquitectura moderna y el montaje de exposiciones.
A partir del nacimiento de su primera hija en 2007 ha vuelto a dibujar con preci y obsesión. Ha colaborado en pocas publicaciones, pero de todo el planeta.
viernes, 18 de mayo de 2012
Prontuario de comediantes / Gonzalo Curbelo (Tüssi)
EL LIBRO
Para entrar en este libro hay que suspender los preceptos de la corrección política. Porque la comedia stand-up más pura es, en palabras del autor, una “conjunción de asombro, risa, diatriba y confrontación”. Un género siempre irreverente, que, como el rock’n’roll más auténtico, solo existe si es sobrecogedor, te hace gritar, llorar o, en este caso, reír.
Concebido en las columnas de Cultura de la diaria, este Prontuario de comediantes recoge la herencia anglosajona del género, haciendo un repaso que va desde los comediantes clásicos como Richard Pryor o W.C. Fields a los contemporáneos, pasando por los mediáticos Jerry Seinfeld o Ellen DeGeneres. En la selección del muestrario, Gonzalo Curbelo elige aquellas líneas que resisten la traducción –realizada por él en todos los casos– y extiende su lucidez crítica para agrupar a los artistas según sus cercanías, describiendo el ambiente de cada época y dando una breve biografía de los comediantes.
Un recorrido por la comedia stand-up anglosajona desde sus inicios hasta hoy.
EL AUTOR
Gonzalo Curbelo nació en 1969 en Montevideo, aunque le gusta más definirse como fernandino. A los 16 años fue integrante de la banda de punk rock Guerrilla Urbana, ganadora del primer concurso de Montevideo Rock. Luego de una culposa etapa en el mundo de la publicidad estudió Letras y Comunicación, sin recibirse en ninguno de los casos. Trabajó como corresponsal de espectáculos y crítico de cine en la revista Posdata y como colaborador eventual de Brecha, El Observador, El Amante Cine y La Mano. Actualmente es coeditor de Cultura en la diaria e integra la banda de rock La Hermana Menor, bajo el semipseudónimo de Tüssi Dematteis. Nunca participó en ningún espectáculo de humor ni tiene la menor intención de hacerlo.
jueves, 17 de mayo de 2012
Canciones con bigote / Beracochea, Prezioso, Soderguit, Schettini y Pantana. Textos de Eduardo Mateo
EL LIBRO
Eduardo Mateo conoció la pasión por la música desde pequeño y quizás nunca dejó atrás esa alegría infantil por explorar y jugar con los sonidos. Fue así que encontró en las fusiones de candombe, rock y bossa nova con otros ritmos populares el entramado preciso en el que poder transmitir a través de la música esas emociones intensas a las que les bastan unas pocas palabras para expresarse. A partir de cinco breves y entrañables letras, cinco ilustradores redescubren e interpretan las canciones para introducir a los niños en los espacios imaginarios construidos por el universo musical de Mateo.
LOS AUTORES
Daniela Beracochea (Montevideo, 1984)
Estudió artes plásticas en la Escuela Nacional de Bellas Artes, dibujo en el taller de Tunda Prada y Ombú, diseño de personajes y animación con Marcello Cubelli.
Trabaja en animación y también como diseñadora gráfica e ilustradora, entre otras cosas.
lananiela.blogspot.com.
Claudia Prezioso (Montevideo, 1981)
Licenciada en artes plásticas por la Escuela Nacional de Bellas Artes y diseñadora gráfica, profesionalmente se desempeña como ilustradora y realizadora en el campo audiovisual en Palermo estudio.
http://www.flickr.com/photos/clau_pre/
Alfredo Soderguit (Rocha, 1973)
A los tres años dibujaba autos en la arena. A los cuatro simulaba que leía mientras veía los dibujos de los libros y aún cree que logró engañar a su maestra.
Ha ilustrado unos 40 libros. Trabaja con sus amigos en Palermo estudio haciendo Anina, una película de dibujos animados. Los libros, las películas y los amigos son fundamentales en su vida.
www.palermoestudio.com
Alejo Schettini Almada (Montevideo, 1978)
Animador desde que se acuerda, Ilustrador hace poco y padre hace un año.
Forma parte de Palermo estudio desde 2005. Fue el director de animación del largometraje animado Anina.
http://www.flickr.com/photos/alejoschettini/
Pantana (La Plata, Argentina, 1977)
Fotógrafo ocasional, diseñador gráfico por autoimposición y artista plástico por contingencia, Pantana es además ilustrador profesional y trabaja mucho con libros infantiles.
Para contarle algo sobre Canciones con bigote escribile a santana.sebastian@gmail.com.
www.sebastiansantana.com
Los Pérez viajan a Marte / Pablo Leguísamo. Ilustraciones de Marcos Vergara.
El astrónomo Miguel Pérez ha soñado toda la vida con un viaje interestelar. Santiago comparte la atracción de su padre por el espacio exterior a través de la saga de Héctor Porthos, que no deja de leer en su holopad. En el último libro, Héctor Porthos y los visitantes del planeta Mostafar, el capitán lucha con alienígenas para entregar un cargamento que salvará a los habitantes de Marte de una enfermedad.
Una visita al supermercado y unos cupones para participar en un sorteo por un viaje a Marte dejan a Miguel muy cerca de hacer realidad sus fantasías espaciales. Alicia, la mamá, tiene que renunciar a su trabajo para emprender el viaje y Victoria, de 15 años, no soporta la idea de no volver a ver a sus amigas. Pero la familia deja atrás sus discrepancias y se embarca en una campaña tan intensa como cualquiera de las que protagoniza Porthos.
En esta entretenida aventura futurista, cada uno de los Pérez desplegará sus habilidades para, juntos, cambiar el destino de la colonia terrícola en el planeta rojo.
LOS AUTORES
Pablo Leguísamo (Montevideo, 1981).
Conocido como Roy en el mundo del cómic, es licenciado en Comunicación Publicitaria, dibujante y editor. Es Gerente de Contenidos en una empresa internacional dedicada al entretenimiento y profesor de Redacción y Taller de Campaña en la Universidad de la Empresa. Fundador del evento anual de cómics, animé y juegos Continuará. También es editor y guionista del sello Dragoncomics; entre sus obras recientes se destacan Orange Shaft y De Leche, Dulce. Ganador con la obra Las Partes Malas del concurso Novela Gráfica 2012 de Montevideo Cómics.
Marcos Vergara (San Nicolás de los Arroyos, Buenos Aires, 1973).
Es Diseñador Gráfico y Bibliotecólogo. Ilustró los libros Cena con Amigos, Valizas, Aquí Mismo I y II, Los Mutantes Bukowski y ha participado de diversas antologías, además de colaborar en publicaciones periódicas de Argentina, Colombia y Perú. Ha expuesto su trabajo en Moscú, Frankfurt, España e Italia. Pertenece al grupo Aquelarre, con el que representa a Banda Dibujada, y al colectivo Historietas Reales. Junto a Alejandro Farías conforma la editorial Loco Rabia.
lunes, 16 de abril de 2012
Criatura editora en Buenos Aires
En Buenos Aires (Argentina), adquirí nuestros libros en cualquiera de las siguientes librerías:
Asunto Impreso: Pasaje Rivarola 169 (Centro)
Boutique del libro: Chacabuco 459 (San Isidro)
Crack-Up: Costa Rica 4767 (Palermo)
De la Mancha: Av. Corrientes 1888 (Corrientes)
El Gato Escaldado Libros: Av. Independencia 3548 (Boedo)
Eterna Cadencia: Honduras y Jumbolt (Palermo)
FEDRO Libros Discos & Arte: Carlos Calvo 578 (San Telmo)
La Libre: Bolívar 646 (San Telmo)
Librería Hernández: Av. Corrientes 1436 (Corrientes)
Librería Peluffo: Av. Corrientes 4276 (Villa Crespo)
Zivals: Av. Callao 395 (Corrientes)
(en Uruguay, solicitalos en tu librería preferida)
martes, 27 de marzo de 2012
INJURIA / Apegé (Álvaro Pérez García)
1) EL LIBRO
Un niño se deja caer cuesta abajo a toda velocidad, parado en los pedales de su bicicleta. El juego es vencer el vértigo, el miedo. El secreto está en abrir la boca y gritar desde el fondo de las entrañas.
Ese grito redentor es recuperado ahora por el hombre para fisurar su rutina de periodista hastiado por noticias que son siempre la misma noticia y que amordazan lo que clama por ser dicho. Al acecho de ese saber esquivo el protagonista quedará expuesto y confrontará su inquietante mundo velado: el de los hombres que se buscan en la noche, que se aman, que se traicionan.
Apegé, como su personaje, conjuga el verbo saber de forma implacable. Su saber desborda la evocación de la infancia de un solo hombre.
Si aceptamos como axioma que describir la propia aldea es describir el mundo, por qué no creer que decirse es también decirnos a todos.
2) EL AUTOR
Apegé (acrónimo de Álvaro Pérez García) nació en 1974 en el departamento de San José, Uruguay. Vivió toda su infancia y parte de su adolescencia en el campo. A los 14 años se mudó a la capital departamental y a los 18 a Montevideo.
Estudió cuatro años en la Facultad de Derecho. Es licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de la República.
Desde 2004 trabaja en el semanario Brecha, donde ha sido periodista, editor e integrante del Consejo de Redacción. Actualmente vive en Argentina y cursa la maestría en Estudios Interdisciplinarios de la Subjetividad en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.
Injuria es su primer libro.
3) ENTREVISTA (por Criatura editora)
¿Cómo fue el proceso de esta, tu primera novela?
La odié, la abandoné, la retomé. Fue un trabajo muy doloroso de al menos tres años. Doloroso porque estaba muy conectado emocionalmente con la materia del libro, muy cerca del personaje. Pero a la vez estaba el desafío de crearle un mundo al protagonista, de hacerlo literariamente valioso, de armar una estructura que respondiera a su peregrinaje psíquico, de trabajar el lenguaje. Dudé sobre su valor hasta el día que entró a imprenta. Ahora ya no hay remedio.
¿Cuánto de autobiografía contiene "Injuria"?
Tiene bastante de mí, mucho de inventado e historias o situaciones robadas, pero en realidad eso es lo que menos debería importar. Pienso que actualmente hay una obsesión, cuando hablamos de esa categoría que ha venido a llamarse “literaturas del yo”, que se detiene demasiado en saber si existe una correspondencia entre el autor y lo creado. Lo que debería importar es si esas letras conmueven, hacen pensar las cosas desde otro punto de vista, nos atraviesan de alguna forma, si esas letras, en fin, huelen a verdadero y son valiosas literariamente. Un lector me escribió al respecto: “No importa donde se cruza ficción y biografía, la gracia es que en ese cruce se dice la verdad clara y rotunda. Aunque esto parezca muy viejo, muy siglo XIX, solo vale la pena leer lo escrito con verdad”.
¿Cuál es el precio de desarrollar un tema muy poco tratado por la literatura uruguaya?
Aún no he pagado ninguno pero quizás el enfoque del libro no corresponda con los discursos hegemónicos alrededor de la homosexualidad. Parece que hemos pasado del ocultamiento y la culpa, de la discriminación y los golpes, por arte de aparato discursivo, a la “normalización” de la llamada “diversidad sexual”. Creo que en Uruguay nos salteamos una etapa, precisamente la de narrar el dolor. Eso ahora está mal visto: los homosexuales somos iguales ante la ley, iguales ante los otros humanos; nos queremos casar, tener hijos, heredar, consumir, somos todos perfectamente iguales. En pos de no marginalizar y de que la sociedad acepte rápidamente lo “distinto”, se sacrifica alguna que otra verdad. ¿Cuál es el problema con asumir la promiscuidad, o el estar fuera de la norma en algunos aspectos? O con decir que aún nos siguen golpeando y que tras la apariencia de integración, esta sociedad sigue siendo reaccionaria y discriminatoria.
4) CRÍTICAS
Injuria es un libro que excede en mucho su circunstancia. El personaje es homosexual, pero podría haber sido prostituta o drogadicto, ex convicto o indigente. O cualquier otra circunstancia exterior o interior que margine, señale y victimice. Así, la universalidad de Injuria radica en que es un libro sobre el sufrimiento. Sobre el sufrimiento propio, pero también sobre el de los demás. “Hola, mundo cruel”, parece decir el personaje, poniendo siempre la otra mejilla. Un mundo donde los victimarios no llegan a atisbar que también son víctimas, que el sufrimiento infligido es también sufrimiento propio, desplazado. Hay, sin embargo, un deseo de redención y una esperanza de redención. No solamente de sí mismo, sino de la humanidad toda. Como si el haber sufrido lo suficiente pudiera ahorrar el sufrimiento de los demás.
María José Santacreu, semanario Brecha.
Absolutamente audaz en la elección de no caer en sentimentalismos o en victimizaciones excesivas (aun en descripciones de momentos realmente violentos sufridos por el protagonista), la novela planta una bandera importante en la línea de nuestra escritura gay. El deseo carnal desmesurado y el sexo como fiesta liberadora no es patrimonio exclusivo de los heterosexuales, más allá de lo que hasta ahora registraba la literatura uruguaya.
Diego Recoba, La Diaria.
5) VIDEO
Presentación de INJURIA en el Viejo Bar Paysandú
http://www.youtube.com/watch?v=3XOJ5Gx4rII
6) COMPARTIMOS LAS PRIMERAS PÁGINAS DE INJURIA:
La furia
Tengo 35 años y me miro desconfiado en el espejo del baño cuando voy a fumarme un cigarrillo a escondidas. No soy viejo, me dicen, pero yo me siento viejo y ayuda a esa sensación la imagen que el espejo me devuelve: se me cayó el pelo, tengo una barriga llena de whisky semibarato que no corresponde con mi cuerpo enjuto, las bolsas de los ojos me han crecido casi sin que lo notara. Pero quizás no sea la imagen física lo que me da esa certeza de senectud, sino más bien la sensación de que ya perdí, de que ya me inventé y no me agrada lo inventado. Siento que todo lo que hice de mí fue para llegar hasta este punto: mirarme al espejo y repudiar al hombre que veo. Solo ansío que llegue la noche y servirme un whisky que aplaque esta insatisfacción perpetua, alojada vilmente en el centro de mi vida. Esta falta de asombro que disfrazo con enorme asombro.
Veo un niño en la calle y finjo, veo una anciana bella y miento, es más cierta la idea de una emoción que un atisbo de emoción verdadera. Soy un actor de mi propia vida. Discuto fervientemente, pretendo que me arrastre un manto de hojas ocres sobre las calles en otoños cálidos, intento que los amigos de años me acompañen. Pero nada en verdad me asombra. Hace años que nada en verdad me asombra. Transito como si fuera el personaje de alguna película. Me autocomplazco con una ficción. Alguien sueña con un hijo y yo lo festejo, alguien dice futuro y yo redoblo la apuesta. No quiero arruinarle la expectativa a nadie, pero me he convertido en un preso psicológico del revés de mi discurso. Solo a veces me emociona un cuerpo joven y las ganas ciertas que tiene de devorarse el mundo.
Debo volver a la redacción y acomodar la cara, seguir redactando noticias que le importan al mundo. Miro alrededor y estoy rodeado. Tenemos las neuronas aplastadas desde hace un siglo. Repetimos como púas empastadas en un disco los mismos números y estadísticas, ministros y militares, crímenes, discursos sacados de manuales para primeras ideologías, el tedio feroz por el mundo, el odio perfecto a las palabras que nos dan de comer. La sangre de los otros nunca pasa por nuestra sangre. Somos militares de la oración, del punto y la coma, de la cita. Las sillas son cómodas y reclinables, las computadoras tienen la velocidad de la última generación, estamos cableados hasta las narices con las mil agencias internacionales del mundo, el café puede servírselo uno solo apretando un botón. Todo funciona. Busco en los mismos portales y a través de las mismas fuentes algo o alguien que me ahorre el trabajo de decir algo propio. Para qué. Ya sé de antemano que toda historia distinta (la de cualquier hombre) no vale si no está cargada de sangre o dinero. No valen los que trabajan si no sufrieron un accidente, no valen las mujeres si no fueron golpeadas por un matador, no vale la vida en la tierra si no fue arrasada por un huracán. Las papeleras, la máquina de café, el aire acondicionado, la sala de reuniones, el escritorio perfecto (y la empleada que cada día lo limpia), los teléfonos directos a los diputados y jerarcas, el jefe que promete ascenderme. Todo me ahoga. Voy a estallar si no digo pronto una palabra mía.
Debo llamar a un mando medio de una burocracia inaprensible, hacerle un par de preguntas que parezcan incómodas, seguir el juego para que él y yo nos ganemos el sueldo. Hoy, ¿de qué se trata? ¿De los pobres, de las reformas en curso, de la inauguración de una plaza pública? Hago el trabajo de rigor (en qué consiste el plan, lo acusan de demagogo, cuánto le cuesta esto a la comunidad, hasta luego, mantengamos el contacto) y lo redacto, luego vuelvo a mí. A esperar en una parada el ómnibus que me lleva a mi whisky y a un poco de silencio, a esperar infinitamente un milagro.